LA CAiDA DEL MURO DE BERLÍN O EL RETORNO
A LA DEMOCRACIA.
Rafael García Planchart .
Las lecciones que podemos extraer, estudiando
en retrospectiva las razones de la caída del
muro de Berlín, cuando se está festejando en
estos días su aniversario, son aplicables a
nuestra situación actual.
LA CAiDA DEL MURO DE BERLÍN O EL RETORNO
A LA DEMOCRACIA
Rafael García Planchart.
Las lecciones que podemos extraer, estudiando en retrospectiva las razones de la caída del muro de Berlín, cuando se está festejando en estos días su aniversario, son aplicables a nuestra situación actual.
La Alemania oriental o "República democrática de Alemania", consagrando la mentira socialista típica en su nombre, era una férrea dictadura que manejaba un Estado fallido, fracasado en su economía, con el poder concentrado en un grupo dictatorial, apoyado por algunos sindicatos y, por supuesto, el Partido Comunista alemán y necesitando la ayuda económica soviética para sobrevivir.
La República Bolivariana de Venezuela intenta consagrar La mentira de que Bolívar era un precursor del socialismo cuando fue una de las mentes más brillantes del liberalismo del siglo XIX, como todos los libertadores americanos.
Está manejada por eso que llama Milei La Casta, o los rusos Nomenklatura, un pequeño grupo de líderes políticos, económicos, sociales y militares unidos de manera casi inseparable, por su participación e interacción en hechos delictuales de corrupción, violación de derechos humanos, cohecho y despojo de las instituciones del Estado y de los dineros del tesoro público.
También es un Estado fallido, el cual depende económicamente de Rusia y de Irán para la subsistencia del sistema económico.
Cuando la Unión soviética abandonó al gobierno de Alemania "democrática", abandonó respaldo militar y económico, sintió la sociedad civil el alivio de quitarse de encima el régimen de terror que por tantos años los había oprimido, y con esa inteligencia colectiva, casi sin liderazgo político alguno, sin ayuda externa, procedió a derribar el muro e integrarse a las democracias, manifestando su voluntad de pertenecer a una Alemania unificada, la hoy República federal alemana.
El intento aislacionista de construir un muro alrededor del país, más de 5000 km de fronteras acuáticas y terrestres, es imposible, y el intento de la construcción del muro de información fue fallido.
Hace tiempo perdieron la guerra de la desinformación, pues tampoco lo han logrado en Venezuela.
Aquí todo el mundo sabe lo que pasa, gracias a las redes.
La gente también ha aprendido en su mayoría a manejarlas y entender cuando hay desinformación por esa vía.
De hecho, la estrategia política más importante de María Corina y su equipo es la prédica de la verdad.
Y por eso es que los venezolanos la hemos convertido en el indiscutible líder de la oposición.
La pérdida del respaldo económico del régimen, evidenciada por el regreso con las manos vacías de los viajes de los dirigentes fundamentales del régimen a China, en diciembre del año pasado, y a Rusia el mes pasado, en donde además estuvieron en comunicación con los dictadores de Irán, y la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, evidencian la definitiva pérdida del poder económico del régimen.
Los "enjambres" son equivalentes a los grupos sociales de resistencia en Alemania oriental, donde, a sabiendas del aislamiento de su gobierno, comenzaron a degradar las pocas bases del régimen que quedaron mediante el boca a boca de información y consignas, pequeños pero poderosos actos públicos en sitios resguardados, y la comunicación en los centros de acción o de vida de cada alemán o de cada venezolano.
El muro en Venezuela es inmaterial, pero impide la reunión entre quienes están afuera que son nuestra sangre, nuestra familia, nuestra gente que logró abandonar el estado fallido por razones personales de orden político, económico, de seguridad personal y social, principalmente.
Ese es el muro que estamos derrumbando, liderado por María Corina y al cual se unen cada vez más equipos de trabajo en abierto o en "enjambre".
Ese es el muro que vamos a derribar porque vamos HASTA EL FINAL
>Ver más
Rafael García Planchart.
Las lecciones que podemos extraer, estudiando en retrospectiva las razones de la caída del muro de Berlín, cuando se está festejando en estos días su aniversario, son aplicables a nuestra situación actual.
La Alemania oriental o "República democrática de Alemania", consagrando la mentira socialista típica en su nombre, era una férrea dictadura que manejaba un Estado fallido, fracasado en su economía, con el poder concentrado en un grupo dictatorial, apoyado por algunos sindicatos y, por supuesto, el Partido Comunista alemán y necesitando la ayuda económica soviética para sobrevivir.
La República Bolivariana de Venezuela intenta consagrar La mentira de que Bolívar era un precursor del socialismo cuando fue una de las mentes más brillantes del liberalismo del siglo XIX, como todos los libertadores americanos.
Está manejada por eso que llama Milei La Casta, o los rusos Nomenklatura, un pequeño grupo de líderes políticos, económicos, sociales y militares unidos de manera casi inseparable, por su participación e interacción en hechos delictuales de corrupción, violación de derechos humanos, cohecho y despojo de las instituciones del Estado y de los dineros del tesoro público.
También es un Estado fallido, el cual depende económicamente de Rusia y de Irán para la subsistencia del sistema económico.
Cuando la Unión soviética abandonó al gobierno de Alemania "democrática", abandonó respaldo militar y económico, sintió la sociedad civil el alivio de quitarse de encima el régimen de terror que por tantos años los había oprimido, y con esa inteligencia colectiva, casi sin liderazgo político alguno, sin ayuda externa, procedió a derribar el muro e integrarse a las democracias, manifestando su voluntad de pertenecer a una Alemania unificada, la hoy República federal alemana.
El intento aislacionista de construir un muro alrededor del país, más de 5000 km de fronteras acuáticas y terrestres, es imposible, y el intento de la construcción del muro de información fue fallido.
Hace tiempo perdieron la guerra de la desinformación, pues tampoco lo han logrado en Venezuela.
Aquí todo el mundo sabe lo que pasa, gracias a las redes.
La gente también ha aprendido en su mayoría a manejarlas y entender cuando hay desinformación por esa vía.
De hecho, la estrategia política más importante de María Corina y su equipo es la prédica de la verdad.
Y por eso es que los venezolanos la hemos convertido en el indiscutible líder de la oposición.
La pérdida del respaldo económico del régimen, evidenciada por el regreso con las manos vacías de los viajes de los dirigentes fundamentales del régimen a China, en diciembre del año pasado, y a Rusia el mes pasado, en donde además estuvieron en comunicación con los dictadores de Irán, y la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, evidencian la definitiva pérdida del poder económico del régimen.
Los "enjambres" son equivalentes a los grupos sociales de resistencia en Alemania oriental, donde, a sabiendas del aislamiento de su gobierno, comenzaron a degradar las pocas bases del régimen que quedaron mediante el boca a boca de información y consignas, pequeños pero poderosos actos públicos en sitios resguardados, y la comunicación en los centros de acción o de vida de cada alemán o de cada venezolano.
El muro en Venezuela es inmaterial, pero impide la reunión entre quienes están afuera que son nuestra sangre, nuestra familia, nuestra gente que logró abandonar el estado fallido por razones personales de orden político, económico, de seguridad personal y social, principalmente.
Ese es el muro que estamos derrumbando, liderado por María Corina y al cual se unen cada vez más equipos de trabajo en abierto o en "enjambre".
Ese es el muro que vamos a derribar porque vamos HASTA EL FINAL
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